Las
fiestas patronales fueron cambiadas en el siglo XVII al mes de agosto.
La costumbre no marca un fecha concreta, sólo que el inicio de las fiestas se produce el
viernes anterior al primer domingo
de agosto y duran una semana, durante la cual, la alegría se desborda de una manera muy participativa con festejos tan populares
como los
encierros de vacas, la bajadica del Puy, la pañuelada, la "Abadejada" y otras actividades que sorprenden gratamente al
visitante.
No puede faltar en las
fiestas de Estella el
Baile de la Era, tan popular que no hay evento
folclórico en Navarra y en la provincias
limítrofes en que no se baile.
Dos elementos destacan también en las fiestas estellesas.: la presencia de la
comparsa de gigantes y cabezudos y un instrumento sin
cuya presencia el alma de
Estella no quedaría bien reflejada: se trata de
la gaita. Es este un instrumento de viento (conocido
también como
dulzaina), que casi siempre se toca en número de dos, acompañado por el
tamboril y sin su sonido penetrante, chillón
pero armónico, es inconcebible cualquier fiesta dentro del ámbito navarro, si bien será Estella la que destacará como cuna de
famosos gaiteros y como lugar donde mejor se ha guardado este tesoro musical.